Alfabetizar
en su Lengua
Madre
al Indigena
La alfabetización no es solo un código sino una
función. Y esto es lo que debe transmitirse. Por eso, alfabetizar a los indígenas significa introducir la función de alfabetización. Tratándose de indígenas monolingües, es necesario
producir materiales en lengua indígena.
Estos materiales no deber ser de cualquier tipo: han de estar referidos de manera especial a su cultura e historia.
Hay que letrar sus cantos, sus saludos, sus rezos, eso, que corren peligro de
olvidarse si se pierden los pocos
ancianos que todavía los conocen, porque los jóvenes ya no se aprenden las cosas de memoria. Hay
que contar su historia y escribirla. Hay que rescatar sus cuentos
y sus leyendas, y complementar su
narración oral en torno al fogón
con la entrega del escrito que asegura su recuerdo. Hay que describir su
tecnología y sus saberes, para que otros
más jóvenes los tengan ahí de manera permanente, como hacer trampas,
cómo curar empachos, cómo evitar
incendios, cómo y cuándo cortar madera. Las actividades de la cultura que se conocen, porque se cuentan y porque se observan, ganan en capacidad
de transmisión y de permanencia
si se escriben.
Lo hermoso de
hacer esto es que los autores aunque de
forma oral son los propios alfabetizandos, quienes irán captando en el proceso no el código, sino la función
de la lengua escrita. Ellos se dan
cuenta de que lo propio se puede escribir, y que hacerlo tiene una función. Se
lee para algo, que debe ir creciendo y diversificándose.
Los aportes a la satisfacción de las necesidades
básicas de aprendizaje deben letrarse: cómo comprender mejor su mundo y
transformarlo sin destruirlo; como mejorar la calidad de vida; cómo
propiciar el desarrollo de los hijos;
cómo aprovechar los servicios gubernamentales; el conocimiento de sus derechos
básicos individuales y colectivos… Después de lo primero, esto abre el espectro
de la utilidad instrumental de la alfabetización: para algo sirve leer adquiere la función de abrir una ventana al mundo y de permitir el diálogo
intercultural.
Hay que propiciar la comunicación con familiares y
amigos que están fuera: animarlos a que
escriban cartas y leerlas. Si tienen acceso a una computadora, alentarlos a que
lean correos electrónicos. Tan pronto se
pueda, hay que animarlos a que escriban para otros: a sus parientes y amigos
que están afuera, a los hijos y a los nietos, y que lleven sus escritos a la escuela hagan periódicos murales … Hay que leer las
comunicaciones oficiales, los
periódicos de localidades cercanas, los documentos que están en el
archivo de la agencia municipal o de la iglesia.
Deben comenzar a escribir para solicitar servicios, tramitar apoyos,
resolver dudas, promover visitas, y no manejarlos puede ser.
La alfabetización es el inicio de la educación
letrada, no del aprendizaje, a lo largo de la vida, sin que exista entre la
alfabetización mismo y lo que sigue una
ruptura de continuidad. Entre los
adultos y cada vez más entre los niños.
Emprender la
alfabetización en medios indígenas
significa comprometerte con esta
posibilidad junto con la de alfabetizar
en lengua indígena y en español. Los materiales de lectura deben vincularse a procesos
reales y potenciales de transformación: personal (aprender algún oficio): familiar (educarse en el desarrollo del niño y de la niña, conocer los
derechos de los niños y de las mujeres…)
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