miércoles, 26 de febrero de 2014

LEER, LEER, LEER...

¿Puede la literatura hacernos más inteligentes?


Leer es un placer. Cuando lo hacemos disfrutamos de perdernos en los laberintos que ha inventado el escritor para nuestro deleite. Pero, ¿Puede la literatura hacernos más inteligentes?

Las ficciones literarias plasmadas en novelas, relatos o poesías, estimulan nuestros cerebros, haciendo que distintas áreas, sobre todo las encargadas del desarrollo del lenguaje, se esfuercen en formar en la mente las asociaciones que por medio de las figuras retóricas, el autor quiere poner a prueba nuestro intelecto. ¿Quizá no sea si no esa la razón por la que muchos lectores, han dejado de lado libros tan interesantes como abstrusos como el Ulises de James Joyce?

¿Qué dicen los investigadores?

Un grupo de investigadores italianos llevó a cabo experimentos para poner a prueba la ductilidad del cerebro para comprender y hacer asociaciones con imágenes literarias. Particularmente, tomaron distintos sustantivos dándole adjetivos que generan una contradicción para el lector. Por ejemplo: "monstruo solitario" comparado con "monstruo horrible", generaron indistintamente en los lectores una inusual actividad en el área frontal del cerebro.

La figura literaria conocida como oxímoron, que consiste en aplicar un adjetivo contradictorio al sustantivo, estimularía de forma evidente el cerebro, consiguiendo nuevas asociaciones entre neuronas y mejorando los procesos sinápticos, siendo una suerte de gimnasia cerebral. 

Se ha hallado también que la lectura de autores como Kafka, dadas sus características literarias inmersas en la estilística del surrealismo, estimulan los procesos cognitivos de los lectores. Al dar un texto del escritor checo a los estudiantes analizados, en su versión original en el que las situaciones absurdas y sin un sentido aparente se suceden, los desconcertados lectores resolvieron mejor los problemas en sus exámenes que aquellos a los que fue dada una versión alterada del texto de Kafka, sin los símbolos surrealistas con los que el genial escritor solía componer sus deslumbrantes relatos.

¿Historietas o Kafka?

Al parecer las composiciones literarias de gran complejidad estimulan áreas en el cerebro encargadas de la memoria y del lenguaje. Libros como el celebérrimo Ulises del escritor irlandés James Joyce, donde las figuras literarias, las metáforas y los pensamientos de los personajes se funden magistralmente con la del lector durante el proceso de lectura, serían benéficas para generar nuevas maneras de resolver problemas.

Así pues la lectura de autores como Kafka, Joyce, Virginia Woolf o Jorge Luís Borges, harían mucho más sencillos para nuestros cerebros la aprehensión de cuestiones abstrusas o de alta dificultad para algunas personas como la matemática, la física o la química.

No hay comentarios:

Publicar un comentario