jueves, 27 de febrero de 2014

EL TEATRO MODERNO


 EL TEATRO

El teatro es una de las más antiguas artes y que se resiste a sucumbir ante cambios en el estilo de vida, y al avance de la tecnología que no le favorece mucho. El teatro es aceptado como madre de todas las artes porque en él se encuentran otras artes como la pintura, música, literatura, y la escultura, pero, no obstante ello, el teatro en nuestros días va cediendo terreno ante otros entretenimientos que tienen la capacidad de invadir los hogares, tales como la cinematografía que va en DVD, la televisión, y ahora último con artilugios como el MP4, y el Internet inalámbrico.
El teatro no puede hacer mucho uso de los avances tecnológicos mencionados, pues el atractivo del teatro está, principalmente, en el mismo acto teatral que se da con una audiencia real y pagante en las butacas, ello constituye el teatro. No se concibe teatro sin público, y si una obra se grabara sin público para pasarla por las pantallas de TV, sería un teatro opaco y sin vida.
Pero existe la opción del teleteatro que sí es apto para llevarlo a cabo, daría más dinamismo a la obra por medio de las escenas en diferentes espacios y tiempos (el tiempo se divide en 4: presente, futuro, pasado cercano (yo conocí a Rossi ayer) y pasado lejano(yo conocí a Rossi ayer, pero ya había oido hablar de ella el año pasado) Por medio de la disposición de cámaras se puede hacer tomas segun un libreto técnico elaborado por la producción, igual como se hace en la filmación de películas, de esa manera saldrían ganando todos, inclusive parte del público que no desea abandonar su casa para ver tal espectáculo.
De modo que no es que el teatro haya soslayado los avances tecnológicos, no, a lo largo de su historia vemos como los actores y directores utilizaron cuanto medio útil encontraron para lograr una mejor escenificación de los avatares de la vida, especialmente a partir del siglo XX. Fue el ruso Constantin Stanilavsky (1863 - 1938) quien modernizó el trabajo actoral de su época. Por aquellos tiempos el escenario teatral era iluminado pobremente por luz de velas y después por gas, los actores tenían que actuar haciendo grandes muecas faciales y movimientos corporales para que el público de las partes posteriores de la platea capte mejor lo que se quería transmitir; Stanilavsky, al emplear la luz eléctrica se dio cuenta que ya no era necesario que el actor exagerara su actuación.
Hoy, a pesar de no haber las mismas condiciones de antes (el estilo de vida) el teatro aun se mantiene vigente, y tenemos en la ciudad numerosas salas, claro que más pequeñas y ya no tanto situadas en el centro sino en distritos residenciales que han creado su ambiente artístico, y se convierten en lo que en los Estados Unidos se conoce como teatro off Broadway, off-off Broadway y ahora último off-off-off Broadway.
Con sorpresa vemos en cartelera aparecida en el New York Times, que, después de tiempo, han vuelto a cartelera algunas de las más tradicionales obras de teatro como ser dramas y comedias de Shakespeare, también vemos obras más modernas que en un tiempo fueron éxito de taquilla a nivel mundial como son Un Tranvía llamado deseo, de Tennessee Williams, La muerte de un viajante de Arthur Miller, y el musical Evita, lo que nos demuestra que las buenas obras siempre están vigentes.

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