sabemos ¿Cuáles son valores que más necesitan aprender nuestros
alumnos?
Se trata de valores indispensables de señalar y enseñar en primer
término, por ejemplo:
La libertad: Cuáles son los límites de nuestra libertad y por qué lo
son.
El respeto: Respetar qué y a quiénes. El respeto y valor por la vida
principal y fundamentalmente.
La voluntad y el esfuerzo: como medios irreemplazables para proponerse
y alcanzar objetivos. ¿Qué significa esforzarse y cuánto es necesario hacerlo?
¿Qué es la voluntad y cómo se fortalece?
La responsabilidad: por uno mismo, por los demás, por lo que se hace.
La responsabilidad como guía y juez de nuestras acciones.
El compromiso: que implica ser consecuentes con las propias
convicciones, ejercitando la propia conducta y colaborando en acciones con uno
mismo y con el entorno.
La honestidad: como valor elemental de nuestra conducta y proceder. La
honestidad hacia uno mismo y hacia los demás.
Ser docentes hoy implica más que nada recuperar una meta que se ha
perdido, un horizonte que no se ve, atender más a la persona que se ha
olvidado, reconocer los problemas generados por la falta de educación desde
distintos ángulos.
Un ser humano tiene mucho que
aprender, mucho que dar y mucho que recibir en un sentido absolutamente más
amplio. Claro que aquí estoy obviando los valores, que deberían ser la base de
la educación, la base de la vida, únicos capaces de darle un sentido, felicidad
y coherencia a la existencia de cada uno.
Esa educación que deviene
primero del amor de casa, que debiera provenir de las familias y hacerse
tácitamente extensiva a la escuela.
Ser docentes hoy es uno de los desafíos más grandes y más lindos capaz
de generar el cambio que necesitamos como humanidad, un camino de verdad, de
igualdad, de virtud, de sensatez y de paz.
Los menores de edad son presa fácil del crimen organizado debido a la
falta de orientación, un sistema educativo fallido, necesidades básicas sin
subsanar y la falta de oportunidades en el mercado laboral, la incursión de los
jóvenes en las filas de la delincuencia organizada es el resultado de la mala
planeación de los gobiernos en cuestión educativa.
El bajo nivel educativo de una sociedad es un caldo de cultivo para
todos los males que imperan en ella.
Por supuesto que Michoacán tiene
un alto nivel de capital humano
competente a nivel mundial, pero es mucho más alto el número de personas
que solo estira la mano para recibir los favores del gobierno.
Lo ideal no es construir más cárceles o endurecer las penas, en lugar
de eso, sería mejor crear los incentivos mediante una educación de calidad para
que todos entendamos que es mejor cumplir con nuestras obligaciones.
La verdadera solución nada tiene que ver con el uso de la fuerza de las
armas, sino más bien, tiene que ver con
el uso de la fuerza de la razón.
Para hacer un verdadero cambio a nivel social, se tiene que pasar
por una educación diferente, una cultura
diferente, y sobre todo, un cambio en los contenidos en los medios de
comunicación.
La educación es la fuente de los valores donde se aprenden las grandes
virtudes. Su importancia consiste en que el hombre logre su propia
autodeterminación como persona.
De alguna cosa si estoy
segura que en nosotros está el cambio, y que todos debemos poner de nuestra
parte.
En mi opinión esta crisis por la que estamos pasando, es solo un reflejo de la falta de valores
tanto como de estudiantes, núcleos familiares, religiones, en algunos casos la
falta de compromiso de profesores a la hora de educar a sus alumnos.
Partiendo de los
estudiantes, faltos de iniciativa propia para mejorar, estudiantes sin una
cultura, impuntuales a horarios, etc.
Sin embargo la misma familia ha sufrido
crisis, cada vez hay más divorcios y falta de comunicación entre la familia,
por lo tanto los niños y jóvenes crecen en ambientes faltos de autoridad, los
valores mismos de los profesores son otros, falta de autoridad para con los
alumnos.
Desde los maestros que solo
acuden a los salones de clases a ocupar una silla y regalar calificaciones
hasta los que dejan que los alumnos pasen por encima de su autoridad son puntos
clave para esta crisis educativa.
Si los maestros que son los
guías de los alumnos no asumen el compromiso que conlleva este, difícilmente
podemos hablar de una recuperación por el interés de los alumnos por el
estudio, y así crear personas pensantes.
Yo propondría un plan para
concientizar a los padres de familia, convencerlos que para salir adelante no
hay nada mejor que la preparación, que manden a sus hijos a la escuela, que a
su vez apliquen métodos filosóficos al
momento de educar a sus hijos, claro aparte de métodos cívicos, morales, éticos
etc. Fomentar una educación plena, reforzada de los avances tecnológicos usados
como herramientas fundamentales y no como elementos de distracciones.
No hay otro camino para
cambiar la sociedad y al mundo que la buena formación educativa, que la
entrega, la constancia y las ganas por ser mejores seres humanos, instruidos en
el maravilloso mundo del saber.
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