Comparto con ustedes este interesante artículo. No cabe duda, estamos en la era de lo digital y la literatura "no puede quedarse atrás" es necesario adaptarse a las nuevas tecnologías y hacer buen uso de estos medios.
CUANDO TWITTER ES UN MEDIO Y NO UN FIN PARA LA
LITERATURA
Twitter se ha convertido en una fuente de
información y noticias en 140 caracteres. Ahí el arte, que también utiliza la
palabra como instrumento, cuenta con un importante espacio de difusión. Ejemplo
de ello es el fenómeno cada vez más popular en la red conocido como twitteratura.
Además
de interacción y retroalimentación, algunos jóvenes escritores aprovechan esta
plataforma como un medio de experimentación literaria para hacer
epigrama, poemínimo, microverso, poetuit, haikú, micro cuento, aforismo,
etcétera, mientras que otros la ven como mero entretenimiento o se niegan a
utilizarla como herramienta.
Para el
escritor Alberto Chimal (@albertochimal), una vez que uno decide jugar de
cierta manera con esta red social, y quiere utilizarla para crear en ella, los
140 caracteres se pueden convertir en una restricción pero también en un
estímulo creativo.
“El proceso es
ver cómo se puede dar la vuelta a esta limitación y aprovecharla para decir algo
que sería difícil de decir en otro medio, o no sería tan eficaz o expresivo”.
El escritor
Isaí Moreno (@isaimoreno), reconoce que hay quien lo utiliza para hacer
escritura muy cuidada y literaria, pero considera que hay que tomar
en cuenta que se trata de una red social, de un “alcance viral”, con una
potencialidad increíble.
“El desafío que
implica escribir en tan breves caracteres y revisar una y otra vez eso que has
escrito para que sea preciso y puntal, es como un misil: debe llevar potencia y
puntería”.
Sin embargo,
para el poeta Christian Peña, la extensión en la literatura no es el tema
primordial, a diferencia de Twitter que fue creado solo para eso.
“Puede hacerse
literatura incluso en menos caracteres. Los haikús japoneses tienen una
extensión de 47 caracteres. Ya Matsuo Basho escribía literatura en el siglo
XVII con menos caracteres que la gente en Twitter hoy en día”.
Sin una cuenta
personal de Twitter, el ganador del XVIII Premio Nacional de Poesía “Enriqueta
Ochoa”, ha decido no difundir o mostrar sus textos en esta red social, aunque
considera que puede ser una gran plataforma para los autores en donde caben
varios géneros y no uno en sí.
“Desde
el microrrelato de Monterroso Cuando despertó, el dinosaurio todavía
estaba allí, con sus menos de 50 caracteres, hasta un verso de
Darío, de no más de veinte. Si lo que distinguiría a Twitter como un género es
su brevedad, entonces hablamos de algo que no es cierto, hay literatura más
breve desde antes que se inventaran los smartphones. Los poetas ya contaban
versos desde antes de que la gente contara caracteres”.
Con 10.7
millones de cuentas, México se ubica entre los 10 países “más twitteros” junto
con Estados Unidos, Inglaterra, Japón y Brasil. Además, de acuerdo con el
Instituto Cervantes, el español es la segunda lengua más utilizada en esta red
social después del inglés, lo que incrementa el volumen de tuits.
Autor
de 83 novelas y El
viajero del tiempo, libros surgidos a partir de sus publicaciones
en Twitter, Alberto Chimal sentencia que la puerta de la creación en medios
digitales ya está abierta y difícilmente se podrá cerrar.
“La historia
nos demuestra que la literatura se adapta a medida que pasa el tiempo, y va
utilizando todas las tecnologías que están a su disposición desde la escritura,
la imprenta y ahora con las herramientas digitales”.
Considera que
hay que distinguir la herramienta de lo que se escribe con ella: “Lo que da en
particular las posibilidades y restricciones de Twitter, no es algo que
tendremos para siempre, será remplazado por otra cosa, ya lo hemos visto, no
hay que creer que la literatura en redes o en línea depende de cierta red
social”.
Daniel
Espartaco (@Despartacos), es un escritor que tiene pocos seguidores, sin
embargo, Twitter ha significado un punto de fuga y por lo tanto, de
entretenimiento, cuando se dedica a escribir un libro que será publicado en
papel.
“Lo que me
gusta de las redes sociales es que tienes que ser muy sintético, eso me ha
servido para trabajar en la sintaxis y hacer un ejercicio de síntesis de ideas”.
Recordó que
hace varios años abrió una cuenta llamada “sorjuanacontraloszombies”, en la que
hacía una especie de parodia de la twitteratura, la minificción, la fiebre por
los zombies y hasta de la propia Sor Juana Inés de la Cruz, cuyo nombre
completo, asegura, bien podría ser un tuit.
“Un berrinche
de que me quitaba el tiempo y de que los escritores debemos de dedicarnos a
cosas serias, me hizo eliminar la cuenta y cerrarla. Ya me resigné a darle su
tiempo a las redes sociales, lo que hago es trabajar y para relajarme usar
twitter”.
Hasta el
momento, el ganador del Premio Nacional de Literatura “Gilberto Owen” 2005,
confesó que no ha leído algo que le parezca profundo, más allá de la ocurrencia
o el chispazo: “Hay gente muy talentosa que escribe en Twitter, pero para mí,
es un pasatiempo”.
Con cerca de 79
mil seguidores, Chimal, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, hizo
hincapié en que, para diseñar un proyecto de escritura en la red hay que tomar
en cuenta su carácter inmediato, espontáneo pero también muy fugaz, todo lo
contrario a la publicación de un libro.
“Creo que hay
responsabilidades al usar cualquier medio. En la interacción diaria en Twitter
tengo la idea de que hay que respetar al posible lector, tener cierta calidad
mínima en lo que concierne a la redacción y ortografía, la expresividad, la
imaginación. Mientras está la publicación en internet, utilizar las
posibilidades de comunicación del propio medio, y aceptar que puede haber
retroalimentación y tratar de convertirla en una ventaja, no para fastidiar a
la gente o fomentar la violencia”.
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