MARCO HISTORICO
Después de la Conquista y la caída de la gran Tenochtitlan, en 1521, se inició la reconstrucción y el trazo de una nueva ciudad que se levantó sobre los templos destruidos. Las grandes calzadas, los bellos canales vieron surgir, poco a poco y piedra por piedra, las primeras construcciones de lo que se llamaba la Nueva España. Los conquistadores se arraigaron en la tierra dominada e impusieron a los indígenas sus costumbres, religión y organización social y económica.
     Así, por orden de Hernán Cortés, Alonso García Bravo, auxiliado por algunos nobles y naturales, realizó el trazo de la capital de la Nueva España. La arquitectura española se vio influida por la mano de obra indígena y los primeros edificios tuvieron características de fortaleza, lo que pone de manifiesto el gran temor que tenían los españoles de un ataque de la población conquistada. Como ejemplo de estas construcciones, tenemos los conventos de Tula y Cholula.
     Felipe II ordenó la construcción de la primera catedral de México, que tenía techo de madera, cinco naves y una presencia de basílica; esto ocurrió durante el siglo xvi. Su construcción y constantes modificaciones duraron hasta el siglo xviii y se le dieron los estilos arquitectónicos predominantes en cada época, desde el gótico hasta el churrigueresco y neoclásico, pasando por el isabelino, romántico, plateresco y barroco.
     Las clases sociales se hicieron muy marcadas. El indio, señor y amo de Anáhuac, pasó a ser esclavo al igual que los negros traídos de África. La fusión de las razas dio origen a las castas. Los españoles peninsulares eran el grupo privilegiado; a éste pertenecían todos los españoles que venían de España, y eran dueños de todo: vidas y haciendas; gobierno y riquezas de la naciente colonia.
     En segundo lugar estaban los criollos, hijos de españoles, que habían nacido en las colonias, quienes se encontraban en desventaja con los peninsulares, pues disponían de los puestos de menor importancia; por esta razón fueron los criollos los que encabezaron siglos más tarde los movimientos de independencia.
     De la fusión de las negras y los españoles nacieron los mulatos, los cuales pertenecían a las castas bajas de la Nueva España. Y de la unión de españoles e indias nacieron los mestizos, término aplicado a los hijos de padres de razas distintas, pero especialmente a los nacidos de madre india y padre blanco.
     El gobierno de la Nueva España fue organizado por el rey de España y recayó en los virreyes, representantes del rey en las colonias. Don Antonio de Mendoza, hombre muy culto e inteligente, descendiente del marqués de Santillana (ilustre escritor español), fue el primer virrey de México. Defensor incansable de los indios, gran político y mejor gobernante, impulsó las artes y las letras. Con fray Juan de Zumárraga, primer obispo de México, estableció la imprenta, de la que se hizo cargo Juan Pablos, quien hizo el primer libro de la Nueva España, que se tituló La escala espiritual de san Juan Clímaco. Pedro Ocharte sustituyó a Juan Pablos e imprimió varios libros sobre lenguas indígenas.
     A Carlos de Sigüenza y Góngora se le considera el precursor del periodismo mexicano, pues en el siglo xvii publicó las primeras hojas sueltas que transmitían noticias. En el siglo xviii, don Ignacio Castonera y Ursúa fundó La Gazeta de México, comenzando con el periodismo formal en nuestro país. Posteriormente apareció La Gaceta Literaria de México, de José Antonio Alzate, y el Diario de México, publicado por don Carlos María Bustamante.