Silencio
atronador, muerto viviente, dulce amargura, noche blanca o monstruo hermoso son
ejemplos de oxímoron, una
combinación de dos palabras de significado opuesto que al unirse originan un
nuevo sentido. Un estudio español publicado en la revista NeuroImage revela que estas figuras literarias generan
una intensa actividad en el área frontal izquierda del cerebro.
Según
los autores del estudio, del Basque Center on Cognition, Brain and Language
(BCBL) de San Sebastián, los políticos en sus discursos, los generales en sus
arengas y los amantes en sus poemas han utilizado desde siempre ciertas figuras
retóricas para convencer, infundir valor o seducir. Lo que hasta ahora no se
había logrado era medir
empíricamente la capacidad de una figura literaria para generar actividad
cerebral en las
personas.
"Nuestra investigación demuestra el éxito a nivel retórico de las figuras literarias, y la razón de su efectividad es que atraen la atención de quien las escucha" más que otras expresiones, explica Nicola Molinaro, autor principal del estudio. Concretamente, "se activa la parte frontal del cerebro y se emplean más recursos de lo habitual en procesar a nivel cerebral esa expresión". El investigador señala que el resultado de los experimentos se relaciona "con la actividad que requiere procesar la abstracción de figuras retóricas como el oxímoron, que tratan de comunicar cosas que no existen".
"Nuestra investigación demuestra el éxito a nivel retórico de las figuras literarias, y la razón de su efectividad es que atraen la atención de quien las escucha" más que otras expresiones, explica Nicola Molinaro, autor principal del estudio. Concretamente, "se activa la parte frontal del cerebro y se emplean más recursos de lo habitual en procesar a nivel cerebral esa expresión". El investigador señala que el resultado de los experimentos se relaciona "con la actividad que requiere procesar la abstracción de figuras retóricas como el oxímoron, que tratan de comunicar cosas que no existen".
Para
los experimentos, Molinaro y sus colegas crearon varias listas de frases
incorrectas, neutras, oxímoron y pleonasmos (vocablos innecesarios que añaden
expresividad), empleando el mismo sustantivo como sujeto: la palabra
"monstruo". Concretamente, los investigadores han utilizado
"monstruo geográfico" como expresión incorrecta, "monstruo
solitario" como expresión neutra, "monstruo hermoso" como
oxímoron, y "monstruo horrible" como pleonasmo. Después, se les
mostraron estas listas a personas de entre 18 y 25 años y se midió su actividad
cerebral cuando las procesaban por medio del electroencefalograma.
Los resultados muestran que cuanto menos natural es la expresión más recursos requiere para ser procesada en la parte frontal izquierda del cerebro. La frase neutra "monstruo solitario" es la que menos recursos cerebrales necesita para procesarse. En cuanto a la expresión incorrecta "monstruo geográfico", 400 milisegundos después de percibirla, el cerebro reacciona al detectar que hay un error. Sin embargo, en el caso de los oxímoron, como "monstruo hermoso", 500 milisegundos después de percibirse la expresión se midió una intensa actividad cerebral en la parte frontal izquierda del cerebro, un área íntimamente relacionada con el lenguaje que los seres humanos tienen muy desarrollada en comparación con otras especies.
Los resultados muestran que cuanto menos natural es la expresión más recursos requiere para ser procesada en la parte frontal izquierda del cerebro. La frase neutra "monstruo solitario" es la que menos recursos cerebrales necesita para procesarse. En cuanto a la expresión incorrecta "monstruo geográfico", 400 milisegundos después de percibirla, el cerebro reacciona al detectar que hay un error. Sin embargo, en el caso de los oxímoron, como "monstruo hermoso", 500 milisegundos después de percibirse la expresión se midió una intensa actividad cerebral en la parte frontal izquierda del cerebro, un área íntimamente relacionada con el lenguaje que los seres humanos tienen muy desarrollada en comparación con otras especies.
Molinaro
ya ha comenzado a repetir este experimento con la resonancia magnética, para
obtener imágenes de la actividad cerebral cuando se procesan figuras retóricas.
El siguiente objetivo es estudiar las conexiones entre dos áreas muy implicadas
en el procesamiento del significado: el hipocampo y el
área frontal izquierda.
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