El agresor
Es el participante más fácil de
definir, pues es quien ejerce la acción de abusar, molestar o agredir a otro.
Suelen ser muy seguros de sí mismo, pero es alguien que ha enfrentado
situaciones difíciles y tienden a ser muy inseguro del y del medio que lo
rodea. “Harris y Petrie, 2003”.
Comúnmente son personas que crecieron en
medio de situaciones violentas (físicas, verbales o emocionales), esto es lo
que hace que él agresor sea negativo en su estado anímico y buscan que ahora
otro sea quien sufra y se sienta mal. Estos chicos suelen ser muy impulsivos,
con poca tolerancia a la frustración y poca o ninguna empatía con los
sentimientos de los demás.
La víctima
Es la persona que se maltrata o que
se intimida, es a quien se molesta.
Suele
ser un chico con baja autoestima, que no sabe defenderse de los ataques de los
demás. Es situado en la parte más baja de la escala social por parte de los
agresores “Harris y Pretie, 2003”, aunque esto no siempre corresponda con la
realidad. La mayoría de las veces es una persona que tiene alguna
característica física diferente del promedio, por ejemplo, usar lentes, ser
bajo o más alto que los demás o tener alguna malformación física visible.
Los testigos
Desempeñan el rol de otorgar al
agresor el reconocimiento que necesita. En general son “amigos” del agresor, lo
apoyan y en ocasiones hasta participan en las agresiones, y serán “amigos”
hasta que se cansen de las actitudes de éste y consideren los riesgos de su
complicidad táctica, ya que una de las consecuencias de este fenómeno es que
tarde o temprano el agresor termina por quedarse sin amigos y seguidores.
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