EL ROMANTICISMO
El romanticismo es
una revolución artística, política, social e ideológica tan importante que
todavía hoy viven muchos de sus principios: libertad, individualismo,
democracia, nacionalismo.
Es difícil definir
qué sea el romanticismo. Su carácter revolucionario es incuestionable. Supone
una ruptura con una tradición, con un orden anterior y con una jerarquía de
valores culturales y sociales, en nombre de una libertad auténtica. Se proyecta
en todas las artes y constituye la esencia de la modernidad.
CONTEXTO HISTÓRICO
Entre 1770 y 1800
"Europa se acostó absolutista y se levantó demócrata y
romántica". Gracias a la revolución industrial inglesa (1760-1840), que
desarrolla una clase burguesa y sienta las bases del liberalismo; gracias a la
revolución francesa (1789), que proclama los principios de libertad, igualdad y
fraternidad; gracias igualmente a la revolución americana con su Declaración de
Independencia (1776), que hace de los derechos del hombre su centro y establece
la república como forma de gobierno y al pueblo como fuente exclusiva del
poder; gracias a todos estos hechos la Libertad reemplaza a la tiranía, el
poder absoluto se ve limitado y la democracia se erige en ideal de gobierno.
DE LAS CARACTERÍSTICAS DEL ROMANTICISMO
TRATA TEMAS COMO:
Egocentrismo: El alma
del hombre es su enemigo interior, identificable con una obsesión incurable por
lo imposible, que priva del goce de la vida al individuo y hace que ésta le sea
adversa. El alma romántica no es dada desde fuera al individuo, sino que éste
la crea cuando tiene conciencia de sus sentimientos.
La Libertad: El reino
de la libertad absoluta es el ideal romántico, el principio de toda ética
romántica: libertad formal en el arte, entendida como necesidad del individuo
para explorarse y explorar el mundo exterior, y para lograr la comunicación del
Uno con el Todo.
El amor y la muerte:
El romántico asocia amor y muerte, como ocurre en el Werther de Goethe. El amor
atrae al romántico como vía de conocimiento, como sentimiento puro, fe en la
vida y cima del arte y la belleza. Pero el amor acrecienta su sed de infinito.
En el objeto del amor proyecta una dimensión más de esta fusión del Uno y el
Todo, que es su principal objetivo.
La subjetividad: El
centro, el principio de organización es el sujeto, concebido como Yo
individual. Y la función del romanticismo en la formación de la cultura
burguesa fue representar la subjetividad como Yo individual, de forma que los
lectores interpretaran su existencia inmediata desde el punto de vista de un
esquema que distingue al sujeto que percibe y desea del mundo físico y social que lo rodea, esto
es, el Yo frente al no-yo.
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