
Sabed que los sentimientos actúan como una cuchilla en nuestro corazón
cuando no pueden expresarse, de ahí lo importante que es poder mostrar lo que
sientes y si no lo haces es porque no tienes la confianza necesaria para
hacerlo.
Como docente, considero extremadamente importante la participación de
las familias en la educación de sus hijos. Voy a ofrecer un instrumento para
que los padres puedan servirse de ciertas herramientas que les ayuden a
fomentar la comunicación con sus hijos a través de la literatura, así como el
hábito lector.
Contar cuentos a los hijos es una buena estrategia comunicativa; Y si le
haces partícipe con preguntas a lo largo de la historia, por ejemplo: ¿qué
crees que pasará? o ¿por qué crees que actúo así?, etc., favoreces su
pensamiento abstracto, creatividad y desarrollo de la inteligencia. Pero
sí que es importante la animación lectora y que el niño se divierta leyendo,
porque luego no tendrá problemas para seguir estudiando o elegir con madurez su
camino.
La herramienta es para que el niño despierte su interés por la lectura
y, así, evitar que entren en la generación ni-ni y pueda elegir con madurez su
camino, porque, luego, tan respetable es el que estudia como el que trabaja, y
en ambos casos la lectura les va a aportar un enriquecimiento personal digno de
elogiar. ¿Y cómo conseguir esa capacidad de animación lectora desde las
primeras edades? Pues estoy convencida de que los padres son los principales
animadores lectores. Sí, así es. Si un padre le muestra al niño lo bonito que
es leer, lo importante que es, y se lo muestra con su ejemplo, el niño valorará
la lectura como algo positivo y leer se convertirá en un juego y en un
hábito.
Es así como se me ocurrió escribir un estilo de novelas infantiles
diferente “como " El poder de Joel ", " Pelopincho y la puerta mágica "- en las que
los padres pudiesen participar con sus hijos de manera amena y divertida.
¿Cómo? A través del Juego de las tres preguntas , en las que
al principio de la novela, a la mitad y al final, los niños se
reúnen con sus padres para dialogar sobre tres preguntas acerca de la novela o
sobre ciertos valores que aparecen en la misma, con el objetivo de establecer
un diálogo de sinceridad y confianza entre padres e hijos. De esta manera se
fomenta la comunicación entre los mismos en torno a la novela, los niños
aprenden a expresarse y desde el principio están motivados en la lectura,
porque ven que sus padres están participando de forma activa y motivadora.
Me gustaría concluir el artículo con dos frases, una de Santa Teresa,
muy significativa y que tiene mucho significado: "Lee y conducirás, no
leas y te conducirán".
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