A 30 minutos de Morelia y a diez de Pátzcuaro, Tzintzuntzan ofrece una ventana a la cultura indígena de Michoacán, ya que en tiempos prehispánicos fue la capital de los tarascos y aún se pueden visitar cinco basamentos piramidales conocidos como Las Yácatas. El convento franciscano de Tzintzuntzan, cuya construcción se remonta al siglo XVI, también es notable, y se dice que los olivos que crecen en su atrio fueron plantados por Vasco de Quiroga. Actualmente el poblado es reconocido por su riqueza artesanal en materiales como el tule, el barro, la madera y la cantera. Su gastronomía se distingue por el caldo ahogado, el atole de grano, el churipo de pescado, las corundas y los charales.
Exconvento Franciscano de Tzintzuntzan
Cementerio de Tzintzuntzan
No hay comentarios:
Publicar un comentario