miércoles, 5 de marzo de 2014

El Universo Ilustrado



El universo ilustrado de Tamara Durán
Por Mónica Careaga 

Desde las bases de la pedagogía artística, formar a los más pequeños en las artes contribuye a cultivar las posibilidades creativas que le ayudarán cuando se convierta en un adulto. El pintor austriaco Franz Cizeck fue pionero en el desarrollo de un modelo de escuelas de arte para niños al descubrir en ellos la espontaneidad y el encanto de la expresividad que les era otorgado por la libertad.

Este desenvolvimiento de los niños se distingue por la técnica expresionista que vuelcan cuando utilizan las manos para pintar, así la mano se convierte en un “segundo cerebro” que le sirve para ejercer su libertad de acción y potenciar su capacidad creativa. El arte es por ello una ruta indispensable en la formación de la personalidad en los niños, pues les exige ser todo cuanto son  y permite mirar hacia el interior de una identidad hasta entonces sin referentes estéticos o elementos intelectuales; el niño fortalece su capacidad de creación artística al exteriorizar su universo más íntimo, todo lo que lo construye y que lo hace, ante todo, un ser humano.


Numerosas investigaciones y la creación de escuelas y asociaciones a favor de la educación artística en los planes de estudio, desvelan la importancia y la preocupación que a lo largo de la historia ha existido por hacer del arte un común en la vida del hombre desde pequeño. Del otro lado están quienes en su papel de formadores se ven implicados en la necesidad de ofrecer productos y temas de calidad a los niños para propiciar un gusto por el arte. En este camino está Tamara Durán, ilustradora convencida de que son los niños quienes pueden acceder primero a la experiencia artística por su capacidad de asombro, la tarea es formar espacios propicios para que esto suceda. 

Desde el universo de la ilustración infantil, Tamara ve en la disciplina un acercamiento sensible con el público más exigente: los niños. A través de dulcísimos personajes, la española no busca mas que recrear pequeños mundos que construye de su propia historia; trae de vuelta la tradición oral y los cuentos populares por medio de sus ilustraciones en colores vibrantes y de valiosos detalles Los días crudos se convierten en la materia prima de su producción artística. 

Todo cuanto sucede se reduce, literalmente, a una historia de personajes de caricatura, de rostros cuadrados y ojos grandes; su trabajo como creadora de mundos gráficos constituye una iconografía de las capacidades de los niños en cuanto a su relación con la estética en la llamada “primera infancia”: sobre distinguir lo bello en lo simple, encontrar agradable escenas que le resulten cercanas por referirse a actividades que realizan o en asociar lo bueno con lo bello.
 Espero que les agrade este articulo

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