viernes, 25 de octubre de 2013

Por qué es importante no darles a los niños todo lo que piden.

Navidad es una fecha en la que los padres se pueden valer para reforzar buenas conductas en sus hijos, como el trabajo en equipo, la importancia de la familia y el valor de los regalos.
Los pequeños suelen hacer pedidos que incluyen juguetes de moda, muchas veces los más costosos. Esta es la oportunidad para que aprendan que no se les puede dar todo lo que piden y los beneficios de la frustración en la crianza.

Por qué es importante no darles a los niños todo lo que piden

¿Por qué decir ‘no’?Si un niño recibe todo lo que quiere y sus padres se acostumbran a librarlos de responsabilidades y a hacer todo por ellos, están formando un ser intolerante a la frustración. “Si uno le da todo, si le concede, le permite y no le exige nada, el niño va interiorizando una idea: si mis padres, a quienes amo, respeto y desean lo mejor para mí,  me dan esto, los demás deberían permitirme todo también, como los jefes, que no deberían dar órdenes”, explica la sicóloga María Cecilia Betancur.
Pero si hay negativas de vez en cuando, el niño tendrá un sentimiento que se produce cuando sus expectativas no son satisfechas. “Esta sensación es normal, todas las personas experimentan cierta dosis de frustración cotidianamente, incluidos los niños”, aclara la sicóloga de familia María Elena López.
Y esa sensación tiene aspectos positivos en la crianza, porque de acuerdo con esta experta, el experimentarla les ayuda a formar su autonomía, la individualidad y dependencia de los adultos. “Cuando quiere hacer las cosas por él mismo y no lo logra, la molestia que esto le produce lo impulsa a intentarlo de nuevo y así avanzar en su proceso de aprendizaje”, añade la experta.
Para el terapeuta de Construir Familia Felipe Parra, la frustración está ligada a las de sus padres. Por ejemplo, si estos no cuentan con historias significativas o positivas de la Navidad en su infancia, será este aprendizaje el que transmitirán a sus hijos. A pesar de esto, hay pequeños que pueden sacudirse de historias familiares negativas y asumir sus procesos personales de manera independiente. “La resiliencia es la capacidad que tienen algunos para recuperarse de situaciones traumáticas y a largo plazo se convierte en una fortaleza para resolver una situación crítica ante la vida”, dice este experto.
Esa resiliencia se fortalece cuando los padres saben cómo decir ‘no’. Los especialistas coinciden en la idea de justificar cualquier negativa que se les da, no imponerla; así, los niños no harán pataleta y entenderán la situación. “La razón no debe ser: ‘porque soy tu papá y se hace lo que yo diga’ ”, dice María Cecilia Betancur. Los padres deben ser coherentes y explicar las razones con claridad y lógica. No es apropiado que ellos hagan lo que a los niños se les prohíbe. Además, debe hacerse con una voz amorosa, pero con autoridad, para orientar la conducta del pequeño.

Pero, si por el contrario, se le evita cualquier dosis de frustración y se le exime de esfuerzos, se incurre en un gran error en la crianza, pues “perjudica su capacidad para enfrentar los retos normales de la vida”, aclara María Elena López.

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