UN PROYECTO DE TIC´S 7 ESTADO DEL ARTE II
La relación existente
entre la tecnología y educación
El contexto global que hoy enfrentan los
estudiantes quienes serán los futuros ciudadanos del mañana
es el de poseer competencias que se
caractericen por un rápido y progresivo aprendizaje tanto virtual como real de
bienes, servicios, ideas, tecnologías,
información y cultura; esto impacta de forma
particular a los futuros docentes, como es el caso de la presente
investigación, quienes tendrán la responsabilidad de formar a esas nuevas
generaciones. Este
intercambio se está generando gracias a las llamadas
tecnologías de la información y comunicación
(TIC).
El
formidable desarrollo de estas tecnologías han dado lugar a un nuevo espacio educativo,
pero el cual plantea una serie de retos importantes ya que una sociedad tecnológicamente conectada o
llamada de la información debe basarse en valores éticos, morales y en los
derechos humanos, donde la educación, el conocimiento, la información y la
comunicación son esenciales para el progreso, la iniciativa y el bienestar de la
sociedad.
La presencia de las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación en la sociedad y en el sistema educativo es un
dato innegable en los últimos años. Su impacto ha provocado una suerte de
revolución en la economía, la política, la sociedad y la cultura, que
transformó profundamente las formas de producir riqueza, de interactuar
socialmente, de definir las identidades y de producir y hacer circular el
conocimiento. Como lo señala Lev Manovich, aludiendo a los cambios provocados
por la digitalización, a diferencia de lo que pasó durante el surgimiento del
cine, hoy existe una conciencia extendida y planetaria sobre la importancia de
esta revolución, aunque falte todavía una lectura de conjunto sobre sus
códigos, procedimientos y modos de recepción de las audiencias, que pueda ver
más allá de las particularidades de cada nuevo medio y nos permita entender la
lógica de estos nuevos medios en el presente. (Inés Dussel - Luis Alberto
Quevedo, 2010).
A decir del Dr. Pere Marquès Graells (2011) del Departamento de Padagogía Aplicada de
la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona a lo largo de
la historia la conceptualización sobre la Tecnología Educativa ha sufrido bastantes cambios, entre
otros:
“Podemos destacar: la evolución de su conceptualización "desde un enfoque instrumentalista, pasando
por un enfoque sistémico de la enseñanza centrado en la solución de problemas,
hasta un enfoque más centrado en el análisis y diseño de medios y recursos de
enseñanza que no sólo habla de aplicación, sino también de reflexión y
construcción del conocimiento" (PRENDES, 1998), el paso
de un preguntarse por el modo de uso de los aparatos a un preguntarse por los
procesos educativos que se desarrollan, de considerar técnicas aplicables a
cualquier situación y grupo a atender las diferencias individuales y asumir la
importancia del contexto, y la evolución desde una fundamentación psicológica
conductista hacia una perspectiva cognitivista.
Aunque, de alguna manera, se puede afirmar
que la tecnología aplicada a la educación ha estado presente a lo largo del
desarrollo histórico de la humanidad no es sino hasta la década de los años 60
del siglo pasado cuando adquiere particular relevancia como campo de estudio
diferenciado, con el despegue de los mass media como factor de extraordinaria influencia social que,
además de considerar las aplicaciones educativas de los medios de comunicación,
dirigirá también el interés hacia el estudio de los procesos de comunicación
producidos en el aula.
Más tarde, a partir de la década de los
años 70 el desarrollo de la informática consolida la utilización de los
ordenadores con fines educativos, concretada inicialmente en aplicaciones como
los programas EAO (programas informáticos basados en el modelo asociacionista
de aprendizaje que recuperan conceptos de la enseñanza programada y de las
máquinas de enseñar) y posteriormente con materiales diseñados bajo enfoques
educativos de tipo constructivista. Actualmente, la difusión masiva de las
nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (informática,
multimedia, telemática) en todos los ámbitos y estratos sociales ha
multiplicado su presencia en los centros educativos. (Marquès G, 2011)
Muchas han sido
las definiciones que se han tejido en torno al objeto de estudio del presente
trabajo, de entre las cuales podemos destacar los siguientes:
Manuel Área (2006) consigna algunas de las
llamadas definiciones “clásicas” de la TE, entre otras las siguientes:
"(La TE)... puede ser entendida como el desarrollo de un conjunto de
técnicas sistemáticas y acompañantes de conocimientos prácticos para diseñar,
medir y manejar colegios como sistemas educacionales" (Gagné, 1968, p.6).
"La tecnología educacional, entonces, está definida como la aplicación
de un enfoque organizado y científico con la información concomitante al
mejoramiento de la educación en sus variadas manifiestaciones y niveles
diversos" (Chadwick, 1987, p. 15).
"La Tecnología Educativa es una forma sistemática de diseñar,
desarrollar y evaluar el proceso total de enseñanza-aprendizaje, en términos de
objetivos específicos, basada en las investigaciones sobre el mecanismo del
aprendizaje y la comunicación que, aplicando una coordinación de recursos
humanos, metodológicos, instrumentales y ambientales, conduzca a una educación
eficaz" (INCIE, 1976).
"Tecnología Educativa: en un nuevo y más amplio sentido, como el modo
sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza
y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y
las interacciones entre ellos, como forma de obtener una más efectiva
educación" (UNESCO, 1984, pp. 43-44).
• "Tecnología Educativa. En esencia, este concepto es un método no
mecanizado y se refiere a la aplicación de principios de aprendizaje... Su
origen estriba en la aplicación de la ciencia de la conducta a los problemas de
aprendizaje y motivación" (Lumsdaine, 1964) citado por Davies (1979, p.
20).
Por su parte, el mismo Manuel Área (2006) dice que “la Tecnología Educativa debe reconceptualizarse como ese
espacio intelectual pedágógico cuyo objeto de estudio son los medios y las tecnologías
de la información y comunicación en cuanto formas de representación, difusión y
acceso al conocimiento y a la cultura en los distintos contextos educativos: escolaridad,
educación no formal, educación informal, educación a distancia y educación
superior”.
Otras definiciones las encontramos en De Pablos (1996) quien dice:
"Un campo de conocimiento donde encontramos
un espacio específico de reflexión y teorización sobre la acción educativa
planificada en función de contextos, caracterizada por su mediación; y un
espacio de intervención en el que los medios y los procesos de comunicación
educativa se constituyen en objeto de investigación y aplicación
preferentes".
El ya mencionado Dr. Pere Marques (2011),
asumiendo una visión propia de lo que es la Tecnología educativa señala que
tras la revisión de las distintas concepciones sobre la Tecnología Educativa a
lo largo del tiempo y el análisis de los campos de conocimiento que le han
proporcionado una fundamentación teórica, nos ha permitido constatar la
disparidad de criterios existentes.
De manera sintética podemos decir que consideramos la Tecnología Educativa como la teoría
y la práctica del diseño y desarrollo, selección y utilización, evaluación y
gestión de los recursos tecnológicos aplicados a los entornos educativos. (Pere Marques, 2011)
Así como éstas, en la
literatura abundan una gran cantidad de definiciones que sería imposible de agotar,
por lo que ahora nuestra consideraciones girarán en torno a su necesidad en el
ámbito educativo, sus oportunidades y riesgos, para lo cual nos apoyamos en
primer lugar en las ideas de Julio Cabero Almenara (2007), Catedrático de
Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Sevilla, quien afirma:
Hay que ver a las tecnologías como medio y recurso didáctico, más no como
la panacea que resolverá las problemáticas dentro del ámbito educativo, esto
nos lleva a no sobredimensionarlas y establecer orientaciones para su uso, logrando
así soluciones pedagógicas y no tecnológicas (Cabero, 2007).
El mismo autor sigue diciendo que “para poder lograr el uso crítico de las
tecnologías y poder reconfigurar estos nuevos escenarios educativos, tanto el docente
como todos los actores involucrados en estos procesos, requieren de formación y
perfeccionamiento, en donde las tecnologías sean un medio más, no el fin
último, generando metodologías diversas, transformando las estructuras
organizativas y generando dinámicas de motivación, el cambio hacia un uso crítico, didáctico y
pedagógico de las tecnologías. La investigación didáctico-educativa en este
ámbito es una de las herramientas que posibilitará el análisis, reflexión y
estudio del binomio tecnología y educación”.
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