viernes, 25 de octubre de 2013

UN PROYECTO DE TIC´S 7

UN PROYECTO DE TIC´S 7 ESTADO DEL ARTE II
La relación existente entre la tecnología y educación
El contexto global que hoy enfrentan los estudiantes quienes serán los futuros ciudadanos del mañana es el de poseer competencias que se caractericen por un rápido y progresivo aprendizaje tanto virtual como real de bienes, servicios, ideas, tecnologías,  información y cultura; esto impacta de forma particular a los futuros docentes, como es el caso de la presente investigación, quienes tendrán la responsabilidad de formar a esas nuevas generaciones. Este intercambio se está generando gracias a las llamadas tecnologías de la información y comunicación (TIC).
El formidable desarrollo de estas tecnologías han dado lugar a un nuevo espacio educativo, pero el cual plantea una serie de retos importantes ya que una sociedad tecnológicamente conectada o llamada de la información debe basarse en valores éticos, morales y en los derechos humanos, donde la educación, el conocimiento, la información y la comunicación son esenciales para el progreso, la iniciativa y el bienestar de la sociedad.
La presencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la sociedad y en el sistema educativo es un dato innegable en los últimos años. Su impacto ha provocado una suerte de revolución en la economía, la política, la sociedad y la cultura, que transformó profundamente las formas de producir riqueza, de interactuar socialmente, de definir las identidades y de producir y hacer circular el conocimiento. Como lo señala Lev Manovich, aludiendo a los cambios provocados por la digitalización, a diferencia de lo que pasó durante el surgimiento del cine, hoy existe una conciencia extendida y planetaria sobre la importancia de esta revolución, aunque falte todavía una lectura de conjunto sobre sus códigos, procedimientos y modos de recepción de las audiencias, que pueda ver más allá de las particularidades de cada nuevo medio y nos permita entender la lógica de estos nuevos medios en el presente. (Inés Dussel - Luis Alberto Quevedo, 2010).
A decir del Dr. Pere Marquès Graells (2011) del Departamento de Padagogía Aplicada de la Facultad de Educación de la Universidad Autónoma de Barcelona a lo largo de la historia la conceptualización sobre la Tecnología Educativa  ha sufrido bastantes cambios, entre otros:
“Podemos destacar: la evolución de su conceptualización "desde un enfoque instrumentalista, pasando por un enfoque sistémico de la enseñanza centrado en la solución de problemas, hasta un enfoque más centrado en el análisis y diseño de medios y recursos de enseñanza que no sólo habla de aplicación, sino también de reflexión y construcción del conocimiento" (PRENDES, 1998), el paso de un preguntarse por el modo de uso de los aparatos a un preguntarse por los procesos educativos que se desarrollan, de considerar técnicas aplicables a cualquier situación y grupo a atender las diferencias individuales y asumir la importancia del contexto, y la evolución desde una fundamentación psicológica conductista hacia una perspectiva cognitivista.
Aunque, de alguna manera, se puede afirmar que la tecnología aplicada a la educación ha estado presente a lo largo del desarrollo histórico de la humanidad no es sino hasta la década de los años 60 del siglo pasado cuando adquiere particular relevancia como campo de estudio diferenciado, con el despegue de los mass media como factor de extraordinaria influencia social que, además de considerar las aplicaciones educativas de los medios de comunicación, dirigirá también el interés hacia el estudio de los procesos de comunicación producidos en el aula.
Más tarde, a partir de la década de los años 70 el desarrollo de la informática consolida la utilización de los ordenadores con fines educativos, concretada inicialmente en aplicaciones como los programas EAO (programas informáticos basados en el modelo asociacionista de aprendizaje que recuperan conceptos de la enseñanza programada y de las máquinas de enseñar) y posteriormente con materiales diseñados bajo enfoques educativos de tipo constructivista. Actualmente, la difusión masiva de las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (informática, multimedia, telemática) en todos los ámbitos y estratos sociales ha multiplicado su presencia en los centros educativos. (Marquès G, 2011)
Muchas han sido las definiciones que se han tejido en torno al objeto de estudio del presente trabajo, de entre las cuales podemos destacar los siguientes:
Manuel Área (2006) consigna algunas de las llamadas definiciones “clásicas” de la TE, entre otras las siguientes:
"(La TE)... puede ser entendida como el desarrollo de un conjunto de técnicas sistemáticas y acompañantes de conocimientos prácticos para diseñar, medir y manejar colegios como sistemas educacionales" (Gagné, 1968, p.6).
"La tecnología educacional, entonces, está definida como la aplicación de un enfoque organizado y científico con la información concomitante al mejoramiento de la educación en sus variadas manifiestaciones y niveles diversos" (Chadwick, 1987, p. 15).
"La Tecnología Educativa es una forma sistemática de diseñar, desarrollar y evaluar el proceso total de enseñanza-aprendizaje, en términos de objetivos específicos, basada en las investigaciones sobre el mecanismo del aprendizaje y la comunicación que, aplicando una coordinación de recursos humanos, metodológicos, instrumentales y ambientales, conduzca a una educación eficaz" (INCIE, 1976).
"Tecnología Educativa: en un nuevo y más amplio sentido, como el modo sistemático de concebir, aplicar y evaluar el conjunto de procesos de enseñanza y aprendizaje, teniendo en cuenta a la vez los recursos técnicos y humanos y las interacciones entre ellos, como forma de obtener una más efectiva educación" (UNESCO, 1984, pp. 43-44).
• "Tecnología Educativa. En esencia, este concepto es un método no mecanizado y se refiere a la aplicación de principios de aprendizaje... Su origen estriba en la aplicación de la ciencia de la conducta a los problemas de aprendizaje y motivación" (Lumsdaine, 1964) citado por Davies (1979, p. 20).
Por su parte, el mismo Manuel Área (2006) dice que “la Tecnología Educativa debe reconceptualizarse como ese espacio intelectual pedágógico cuyo objeto de estudio son los medios y las tecnologías de la información y comunicación en cuanto formas de representación, difusión y acceso al conocimiento y a la cultura en los distintos contextos educativos: escolaridad, educación no formal, educación informal, educación a distancia y educación superior”.
Otras definiciones las encontramos en De Pablos (1996) quien dice:
"Un campo de conocimiento donde encontramos un espacio específico de reflexión y teorización sobre la acción educativa planificada en función de contextos, caracterizada por su mediación; y un espacio de intervención en el que los medios y los procesos de comunicación educativa se constituyen en objeto de investigación y aplicación preferentes".
El ya mencionado Dr. Pere Marques (2011), asumiendo una visión propia de lo que es la Tecnología educativa señala que tras la revisión de las distintas concepciones sobre la Tecnología Educativa a lo largo del tiempo y el análisis de los campos de conocimiento que le han proporcionado una fundamentación teórica, nos ha permitido constatar la disparidad de criterios existentes.
De manera sintética podemos decir que consideramos la Tecnología Educativa como la teoría y la práctica del diseño y desarrollo, selección y utilización, evaluación y gestión de los recursos tecnológicos aplicados a los entornos educativos. (Pere Marques, 2011)
Así como éstas, en la literatura abundan una gran cantidad de definiciones que sería imposible de agotar, por lo que ahora nuestra consideraciones girarán en torno a su necesidad en el ámbito educativo, sus oportunidades y riesgos, para lo cual nos apoyamos en primer lugar en las ideas de Julio Cabero Almenara (2007), Catedrático de Didáctica y Organización Escolar en la Universidad de Sevilla, quien afirma:
Hay que ver a las tecnologías como medio y recurso didáctico, más no como la panacea que resolverá las problemáticas dentro del ámbito educativo, esto nos lleva a no sobredimensionarlas y establecer orientaciones para su uso, logrando así soluciones pedagógicas y no tecnológicas (Cabero, 2007).

El mismo autor sigue diciendo que “para poder lograr el uso crítico de las tecnologías y poder reconfigurar estos nuevos escenarios educativos, tanto el docente como todos los actores involucrados en estos procesos, requieren de formación y perfeccionamiento, en donde las tecnologías sean un medio más, no el fin último, generando metodologías diversas, transformando las estructuras organizativas y generando dinámicas de motivación, el  cambio hacia un uso crítico, didáctico y pedagógico de las tecnologías. La investigación didáctico-educativa en este ámbito es una de las herramientas que posibilitará el análisis, reflexión y estudio del binomio tecnología y educación”.

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