miércoles, 23 de octubre de 2013

FUNCIONES SINTÁCTICAS.

LAS FUNCIONES SINTÁCTICAS.

1 - Complementos verbales argumentales y complementos verbales no argumentales.
Los complementos verbales son: Sujeto, CD, CI, C Suplemento, Atributo, C. Predicativo, CC, C. Agente, pues todos están subordinados al verbo.
El complemento del nombre, del adjetivo o del adverbio están subordinados al nombre, adjetivo y adverbio respectivamente.
1.1. Complementos argumentales. Argumentales o internos son aquellos seleccionados directamente por el verbo, de tal manera que es el verbo el que determina su aparición o no. Están ligados al núcleo verbal que, aunque no es obligatoria su aparición, su desaparición conlleva cambios en el verbo. Son los siguientes complementos: Sujeto, CD., CI., Suplemento, Atributo y Complemento Predicativo.
1.2. Complementos verbales no argumentales. Argumentales o externos son aquellos que no están seleccionados directamente por el verbo, de modo que éste no determina su aparición y se puede suprimir fácilmente sin que se produzcan modificaciones semánticas en el núcleo verbal. Son los siguientes: Complementos circunstanciales y otros que no estudiamos ahora.
2- Complementos verbales argumentales.
2.1- SUJETO.
2.1.1-Definición.
Tradicionalmente se definió el sujeto  como “el sintagma que realizaba la acción indicada por el verbo”. Para identificarlo se preguntaba al verbo ¿quién? Y formaba parte de la  estructura sujeto + predicado.
Sin embargo no siempre es así, ya que hay sujetos que no realizan la acción indicada por el verbo (me alegra tu presencia) y en las oraciones impersonales ni existen puede existir (nieva).
Por ello actualmente, se considera el sujeto como un complemento verbal más, subordinado al verbo y estrechamente unido a él.
2.1.2- Características.
- Es un complemento verbal argumental (subordinado al verbo).
- Categoría: desempeña esta función un sustantivo o un elemento sustantivado. Desde un punto de vista sintáctico, son sintagmas nominales: los sustantivos, los pronombres, los infinitivos y las construcciones nominalizadas (incluyendo las oraciones subordinadas sustantivas).
La lengua puede nominalizar (transponer a la categoría de sustantivo) sintagmas  oraciones.
. Mediante el articulo se nominalizan sintagmas de otra categoría.
Nuevo………………………….lo nuevo le aturde
Primeros………………………..los primeros no vinieron
No………………………………el no fue rotundo.
. A través de las conjunciones que y si, de los relativos tónicos y del etilo directo se sustantivan oraciones.
Vendrá mañana……………………..Se supo que había sido tarde. No está claro si vendrá mañana.
¿Cómo lo dijo?..................................Me molestó cómo lo dijo
Juan dijo que la vería………………. Juan dijo: “La veré”.
- Nunca lleva preposición.
- Concuerda obligatoriamente en número y persona con el verbo al que acompaña: si modificamos las desinencias de nº y persona del verbo también varían las del nombre y al contrario. (mi primo llegó / mis primos llegaron).
- Puede ser sustituido en la oración por un pronombre con el que concuerde en persona, género y número (yo,……ellos /-as). También puede sustituirse por “eso, esas cosas” si no se refiere a una persona.
- Puede aparecer en cualquier posición dentro de la oración.
- Es una función única: un solo sujeto para cada verbo.
- Puede ser simple (un solo núcleo), compuesto (más de un núcleo coordinados) o complejo (núcleo con sus determinantes y complementos o dos o más sustantivos unidos por subordinación).
2.1..3.- Casos de no concordancia sujeto -  verbo.
El sujeto no concuerda en número y persona con el verbo en los siguientes casos:
La persona del verbo incluye a la persona que habla o al oyente: los profesores nos hemos confundido.
Sujeto colectivo: un montón de mendigos pedía / pedían limosna
En construcciones atributivas con sujeto o atributo colectivo el verbo se ajusta a uno de ellos: mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla.
Sujeto compuesto  (dos o más núcleos coordinados). El perro y el gato son enemigos.
Sujeto complejo (núcleo con sus adyacentes); las tómbolas de la feria anunciaban grandes premios (el verbo concuerda siempre con el núcleo).
El sujeto es una oración sustantivada: le gusta que le presten atención.
El verbo adopta una forma no personal. Estar lejos de la familia le entristecía.
 2.1.4- ¿El sujeto puede llevar preposición?
El sujeto nunca lleva preposición. Hay algunos casos que parecen dudosos.
Entre. Es una preposición, pero no introduce al sujeto, sino a un atributo preposicional (para la gramática tradicional un complemento predicativo).
Entre todos arreglaron la clase = la arreglaron entre todos/juntos. (¿Cómo la arreglaron?)                                                       La arreglaron así
Hasta. En estos casos no se trata de una preposición, sino de un adverbio equivalente a “incluso, aún, también”. Tradicionalmente, su función sería la de CC.
 Hasta los de cuarto lo saben = incluso los de cuarto lo saben.
Según. Tampoco se trata de una preposición, sino de un nexo subordinante adverbial. Para que esto sea posible necesitamos recuperar un verbo implícito.
Según tú, hoy no viene Juan = Según tú (dices), hoy no viene Juan.
2.1.5- La impersonalidad. Oraciones impersonales.
El concepto de impersonalidad no se ha utilizado siempre de la misma manera en los  estudios gramaticales, de ahí que resulte tan ambiguo. Aquí lo abordaremos desde el punto de vista formal.
Denominamos oraciones impersonales a aquellas construcciones cuya forma verbal no admiten un sujeto léxico y cuyo núcleo verbal aparece por tanto en tercera persona del singular. Se denomina oraciones impersonales a estas construcciones:
a)- Impersonales de fenómenos atmosféricos naturales. Verbos que designan fenómenos atmosféricos de la naturaleza como: nevar, llover, amanecer….; estos verbos por su propio significado no pueden llevar un sujeto explicito y se usan en tercera persona del singular. No obstante, en sentido figurado pueden aparecer en otras personas gramaticales: llueven las críticas al gobierno.
b)-  Impersonales existenciales. Ciertos verbos con variación gramatical no permiten en determinados usos la alteración de persona y número. Son los verbos: haber, hacer, ser, bastar, sobrar,…..
- No hay entradas.  – Hace calor. – Es tarde. – Basta con la mirada.  - Sobra con una hora…
Los sintagmas que complementan a haber y a hacer en estos casos son complementos directos, tal como se comprueba en la pronominalización: - No las hay.  – Lo hace.  
Ser en construcción impersonal no admite sujeto léxico y lleva un atributo que designa nociones temporales o meteorológicas. Prueba de que es atributo es que se puede pronominalizar: ¿Es tarde?…….- Sí, lo es.
Hay que tener en cuenta que estos verbos aparecen también en otros tipos de construcciones no impersonales, y que entonces pueden llevar un sujeto léxico y adoptar formas distintas de la 3ª persona del singular.
c)- Impersonales reflejas.  Pueden construirse con cualquier verbo, sea transitivo o intransitivo. La impersonalidad se merca con un pronombre, se, que acompaña al verbo. Este pronombre no es un complemento verbal, sino que forma parte del núcleo del predicado, donde constituye una marca o índice de que la tercera persona del singular del verbo ha de interpretarse genéricamente, no permitiéndole la aparición de un sujeto.
Se eligió al presidente en una votación secreta.
Se respira mejor en el campo.
Aquí se está muy bien.

2.3- EL COMPLEMENTO DIRECTO: CD. 
2.3.1- Definición. 
Tradicionalmente se ha definido el CD como “aquel  sintagma sobre el que recae la acción indicada por el verbo”. Para identificarlo se preguntaba al verbo “¿Qué?”. Pero esto no es siempre así, ya que hay CD sobre los que no recae la acción indicada por el verbo y otros que no se sustituyen por “que”, sino por “quién” o “quiénes”.
Por ello es más adecuado definirlo como un complemento verbal argumental que necesita matizar la significación del verbo.

2.3.2- Características.  
- Es un complemento verbal argumental: complementa a un verbo conjugado a un infinitivo o a un gerundio.
- Desempeña esta función un sustantivo o un elemento sustantivado (lo mismo que en el caso del sujeto).

- Nunca lleva preposición, salvo cuando se trata de un sintagma con carácter animado: ella quiere de verdad a Juan. O cuando es necesario diferenciar dos sintagmas inanimados: el amor vence al odio

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