GUADALAJARA, JALISCO (23/OCT/2013).- La premisa básica de
educar no acaba cuando suena el timbre entre una clase y otra. El profesor debe
acercarse al alumnado, y aunque no está obligado a "aprovecharlo", sí
debe entender que su misión involucra "conocerlo y orientarlo".
Partiendo de esta
base, la efectividad en la impartición de conocimientos trascenderá de tal
forma que ayudará a evitar que los casos de abuso escolar, o 'bullying', sigan
presentándose.
Para el especialista
en psicología de la Universidad Panamericana (UP), Carlos Alberto Marentes
Herrera, el profesor adicionalmente debe atender puntos básicos en su jornada
de clases, como llevar preparadas sus actividades, a fin de no tener tiempos
muertos, y evitar el autoritarismo, pues erigirse como autoridad máxima del
lugar lleva al alumno a "desquitarse" eventualmente.
Frente a cerca de 100
personas reunidas en un seminario contra el bullying, orquestado por el
Instituto de Formación, Investigación y Tratamiento del Adolescente y su
Familia (IFITAF), el docente compartió sus 20 años de experiencia dentro de las
aulas de clase, e invitó a "no destruir la relación", y tratar de
"generar empatías" antes que marcar distancia. "Sacar la parte
buena".
Otro aspecto que ayudará al profesor a disminuir las
probabilidades de que se presenten casos de abuso, dijo, es "evitar
sumarse a cualquier conflicto", pues en la medida que los profesores y
alumnos no tengan problemas, la relación continuará. De otra forma, ésta se
romperá.
Ejemplificó esto
último con el caso ampliamente replicado en redes sociales, de la maestra
Idalia Hernández, quien encaró --y exhibió el momento a través de Internet-- a
una alumna que la insultó a través de Twitter. Un caso que "rompió"
el vínculo entre ambas partes.
Ves!!! no me hagas bullying!!!
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