lunes, 21 de octubre de 2013

LA PÉRDIDA DE LA ILUSIÓN EN LA ENSEÑANZA

La pérdida de la ilusión en la enseñanza es una realidad a la que miles de docentes de nuestro país se enfrentan diariamente. Cada vez mayor número de docentes, sobre todo de educación secundaria, padecen estrés laboral o presentan el síndrome de “estar quemado”, y por tanto es necesario ver este problema no solo desde un punto psicológico personal, sino desde el punto de vista de un problema social.
El estrés laboral y otras enfermedades de tipo mental se han convertido en la segunda causa de baja laboral en algunas profesiones, sobre todo en la docencia, por detrás de dolencias de huesos y musculares. Los cambios sociales que han tenido lugar durante las últimas décadas tienen profundas implicaciones sobre la labor docente, aunque no se debe dejar caer todo el peso de esta responsabilidad educativa exclusivamente sobre el profesor. Diversas investigaciones demuestran que la influencia de las actitudes y expectativas de los padres se encuentra en relación directa con el fracaso escolar (independientemente de la clase social).
Esta pérdida en los docentes también es reflejo de la ruptura del consenso social en educación. La sociedad defiende el derecho a mantener posturas culturales,  2ideológicas, filosóficas y políticas diferentes. Ante esto, las administraciones educativas mantienen posturas ambiguas, que dejan al docente desolado y abandonado, sin apoyo y sintiéndose el blanco de todas las quejas.
Debido a la devaluación social y laboral a que se ve sometida la práctica docente (agresividad hacia el profesorado, cuestionamiento de su rendimiento laboral, escasa inversiones por parte de las administraciones, etc.), no es de extrañar que algunos profesionales se olviden incluso de su deber de educar.
Por todo ello, sería necesario que los dispositivos utilizados para alentar al profesorado estuvieran enfocados a la valoración de los trabajos de innovación en la docencia y también a recuperar su reconocimiento social intentando acabar con la ambivalencia que se muestra en los medios de comunicación.


¿QUÉ LLEVA A LA PÉRDIDA DE LA ILUSIÓN POR ENSEÑAR?

Algunos factores que desencadenan este desencanto pueden ser los siguientes:

- El cambio que ha sufrido la sociedad no ha conllevado cambios sustanciales en la formación que recibe el profesorado.
- Un alto porcentaje de profesionales de la enseñanza cree que en los últimos años el prestigio social de su profesión ha disminuido.
- El profesorado empieza a sentirse desbordado como fuente de autoridad y conocimiento, frente a un alumno cada vez más desafiante.
- Falta de motivación del alumnado, obligado por la ley a estudiar hasta los 16 años en contra, algunas veces de sus deseos.
- Excesivo número de alumnos por clase y grupos muy heterogéneos.
- La familia delega cada vez más responsabilidades en la escuela y se inhibe de su capacidad educativa.
- Falta de medios y de inversión económica por parte de las administraciones, lo cual dificulta enormemente la labor del profesorado y a su vez provoca algunos de los problemas que estamos desarrollando.
- El profesorado no cuenta con las estrategias ni habilidades necesarias para hacer frente a los problemas y dificultades en clase, unido a una gran inseguridad en uno mismo, pensar que no se puede dominar la situación, con lo cual estaría muy relacionado.

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